La cofradía prepara el expediente y dice que el evento lo merece porque "reúne a muchos turistas".
Tras la rehabilitación integral del santuario, la cofradía de la Virgen de la Montaña afronta un nuevo reto: que su novenario sea declarado Fiesta de Interés Turístico Regional. Hace diez meses presentó el expediente para que la declaración la obtuviera la procesión de bajada de la Virgen, sin embargo ahora ha decidido ampliarlo porque el evento, que se celebra cada mes de mayo, "reúne a muchos turistas", según las palabras de su Mayordomo, Joaquín Floriano.
El novenario, los nueve días que la patrona pasa en la ciudad de Cáceres, reúne cada año a miles de fieles y turistas. Durante esos días tiene lugar la procesión de bajada de la Virgen, la celebración de cultos multitudinarios oficiados por el obispo, el Besamanto en Santa María (el año pasado fue en Santo Domingo por las obras de rehabilitación de la concatedral), actuaciones de grupos y coros cacereños que cantan ante su patrona y el desfile de subida, que devuelve a la patrona a su santuario. El novenario es uno de los eventos más multitudinarios y tradicionales de Cáceres, por eso la hermandad ha valorado y ha concluido que debe ser toda la celebración en su conjunto la que reciba el título.
El expediente será presentado de nuevo a la Junta de Extremadura, que es el organismo encargado de otorgar la declaración. Para ello valorará la originalidad de la celebración y su valor cultural, su antigüedad, su capacidad para atraer visitantes de fuera de la región y su periodicidad.
"De momento lo tenemos parado. Tenemos que rectificar algunas cosas y adjuntar más documentos, entre ellos los datos de los visitantes. Es como empezar de nuevo pero con un amplio camino recorrido", dijo el Mayordomo, haciendo referencia a que parte de los informes ya enviados pueden utilizarse ahora.
LA BAJADA
De todos los eventos que incluye el novenario quizá el más llamativo sea precisamente la procesión de bajada, que se realiza diez días antes del primer domingo de mayo, se celebra hace cuatro siglos y es una de las más seguidas por los cacereños. Ofrece una imagen única: La Virgen, engalanada con decenas de flores, vestida por sus camareras con el manto de la ciudad, vitoreada y seguida, a su paso, por miles de fieles. En ocasiones ha llegado a reunir a 15.000 personas. Además, se trata de uno de los desfiles más antiguos, ya que la patrona bajó por primera vez a la ciudad desde su ermita el 3 de mayo de 1641 y lo hizo a petición por una sequía que asolaba los campos.
El momento álgido se vive en Fuente Concejo, donde se hace entrega a la Virgen del bastón de mando de la ciudad, que la convertirá durante el novenario en la alcaldesa de honor. La cofradía ya prepara los actos para este año.